lunes, 6 de marzo de 2017

Adicción al fenómeno Internet (Parte I)

¡Hola a todos!


El tema que concierne mi post de hoy es un asunto que tiene a todo el mundo muy preocupado por las consecuencias tanto en el presente como en el futuro, y es el del abuso de las tecnologías, normalmente centrados en el uso del teléfono móvil inteligente, llamado comúnmente “Smartphone”, y además, de la red mundial de Internet, por medio de los niños ya sean desde una edad en torno a los 10 años o más tardíamente en la adolescencia.
Nos encontramos con que el uso del móvil puede convertirse en una adicción peligrosa para los niños de 10 a 14 años debido a que esta generación de niños tiene una gran probabilidad de ser la primera generación de adictos al móvil, debido a la precoz edad en que empiezan a usar el teléfono.
Tras la consulta de diferentes vídeos y artículos sobre el tema, varios psicólogos, en este caso psicóloga, como Susanna Jiménez dicen que la adicción en adolescentes, sea a videojuegos, a internet o al móvil, se da hoy sólo en una minoría, aunque son casos graves, y sí está extendido un uso problemático que, de no controlarse, puede acabar en adicción. Cabe decir que el artículo consultado en el periódico de la Vanguardia es del año 2007, concretamente del día 14/03/2007, y bien, en esa generación sobre la que hablaba Jiménez entraríamos mi hermana y yo, la cual cuenta con 24 años y nos habría “pillado” por así decirlo todo este boom tecnológico y de adicción.
Haciendo memoria, no recuerdo que con una edad tan temprana como los 10 años yo tuviese teléfono móvil, siempre estaba a mano el móvil de mi madre pero hacía un uso bastante bajo de éste debido a que no pertenecía y no tenía que llamar ni mandar mensajes a nadie con esa edad. El primer móvil que fue de mi pertenencia data del año 2012, es decir, con 15 años, una edad moderada en la que muchos expertos en adicciones sociales desaconsejan dar un móvil a los hijos antes de los 15 o 16 años, y yo estaría en esa edad. Mi uso del “Smartphone” siempre ha sido moderada, por así decirlo lo he usado cuando lo he tenido que usar y nunca abusando de él, es inevitable decir que en el verano incrementa el uso de éste pero durante el periodo lectivo era un uso moderado.
Volviendo a hablar sobre el tema, el uso del móvil es adictivo porque ofrece satisfacción inmediata (hablar con quien se desea, jugar a cualquier juego o aplicación) y estímulos (tonos, colores, iconos). Psicólogos británicos han concluido que está sustituyendo al tabaco entre los adolescentes como elemento de autoafirmación. Esto me hace reflexionar sobre qué cosa estamos haciendo mal para que se produzcan estas situaciones de adicción y sobre todo, una adicción en niños en edades tan tempranas. Pienso que en los niños aún más pequeños el efecto puede ser aún mayor porque cuanto más pequeños son, menor capacidad de autocontrol tienen, y desde ya hay que limitar el uso.
Abuso” y “adicción” son términos muy parejos si hablamos sobre este tema. Los síntomas que puede provocar el uso de un “Smartphone” entre otros son:
·         Puede alterar nuestros hábitos cognitivos.
·         Mengua nuestras competencias verbales, capacidad de concentración y relaciones sociales.
·         Aumento del estrés, ansiedad.
·         El acceso a juegos en línea, páginas de adultos, juegos y compras que propician aún más la adicción.
A través de la adicción de los móviles también hay más tipos de adicciones relacionadas con los niños con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años de edad, y es el uso de los videojuegos. Se podría decir que empieza a edad similar a la del móvil. Jugar más de tres horas al día, o para huir de estados emocionales negativos (cuando uno se siente solo, triste) o que afecte a relaciones familiares u otras actividades sociales, indican un uso problemático. Personalmente, yo he jugado con videojuegos y sigo jugando con ellos, y no hago un uso abusivo de ellos ya que normalmente los uso en los fines de semana sobre todo para relajarme tras una semana de estudios pero no nunca cuando tengo muchas cosas que hacer como quehaceres de la universidad o estudiar para algún examen. La adicción a internet es similar.
Para finalizar, creo y pienso que no se debe condenar la tecnología ya que tiene aspectos positivos, sólo que hay que saber usarla. En menores, un uso desmesurado de teléfonos móviles, videojuegos o Internet repercute en menos horas de sueño, una reducción del rendimiento y la concentración escolar, más sedentarismo y obesidad y aislamiento social. Ponerse un límite de horas, conectando una alarma, puede ayudar a restringir el uso al igual que muchos avisos de consolas como Wii tienen sensores de tiempo que dicen que tras un determinado tiempo jugando con ésta los niños deberían descansar. También dedicar tiempo a otras actividades de ocio y sociales.
A continuación, dejo el enlace que lleva a la noticia la cual he mencionado al comienzo de la entrada.

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